Compartir felicidad

Uno de los placeres más grandes que existen en la vida se encuentra en el hecho de compartir felicidad y momentos agradables. Compartir felicidad es interesante porque se disfruta más de todos aquellos momentos, situaciones, vivencias, sensaciones en la compañía de las personas que queremos.

Con frecuencia damos excesiva importancia a situaciones que igual no son tan importantes como pensamos para nuestra vida, olvidando uno de esos comportamientos que tan saludables son para nuestra propia vida y la de los demás, no es otro que el compartir felicidad.

Gracias a que podemos compartir felicidad nos damos cuenta de las diferencias entre los buenos y no tan buenos momentos, los diferentes contrastes que suceden a diario a nuestro alrededor. Y es que un día somos inmensamente felices y en cambio, otra buena mañana podemos sentir los abrazos de la tristeza.

¿Te ha pasado?. Los cambios en los estados de animo están ahí y no podemos hacer caso omiso a los mismos ya que sus efectos podrían lastimarnos. Sin embargo, una de las mejores herramientas que existen se encuentra precisamente en esta propuesta que te hago hoy, la de compartir felicidad.

Las palabras, el tono de la palabra, una buena noticia y todo en general, ese montón de situaciones que a modo de vivencias tienen lugar en nuestro día a día, pueden tener implicaciones positivas para nuestro estado emocional.

Compartir felicidad no cuesta nada, es algo totalmente gratuito, lo mismo que lo es por ejemplo dar un abrazo a un hermano cuando no se encuentra bien, un beso de buenas noches a nuestros padres o un abrazo a la persona que más que queremos. Compartir felicidad es tan sencillo como aquellas sencillas acciones que te comentaba unas cuantas palabras atrás.

Por medio del uso de nuestra capacidad de percepción podemos evitar perdernos en un mundo a veces un tanto alocado, que va demasiado deprisa, acercarnos al mundo que nos rodea. De manera que seamos generadores y exploradores de nuestra realidad. Recuerda que compartir felicidad puede ser la tarea más sencilla del mundo o la más difícil porque depende de cada uno, de su voluntad y de su actitud frente a la vida.