Nunca culpes a los demás por tu situación

Cuanto más tiempo destinas a ti mismo corres el riesgo de llevarte desilusiones por parte de terceros. Esto es ley de vida y no podemos hacer casi nada para evitarlo, debido a que multitud de situaciones en diferentes contextos interfieren de forma negativa en nuestras vidas como consecuencias de aquellas acciones ajenas a nuestro ser.



En el tema de hoy te explico por qué no tienes que culpar a los demás por tu situación para que puedas preservar la felicidad
Aprende a convivir con tus éxitos y errores, aceptando que ganas en experiencias para ser mucho más feliz mañana.

A lo largo de mi vida yo también me he llevado un cierto número de decepciones que me han generado sufrimiento interior. No obstante, no es menos cierto que he aprendido de buena mano y mejor tinta que no hay que culpar a los demás de nuestros problemas.
Así de sencillo, nunca culpes a los demás por tu situación. ¿Complicado verdad? Lo se.

Bueno, si aceptamos como válida la hipótesis formulada con anterioridad descubrimos que realmente nuestro estado anímico dependerá en buena medida de la percepción que tengamos de nuestra existencia, dejando al margen, otras posibles interpretaciones como pudieran ser por ejemplo, lo que piensen u opinen otros de cómo estemos.

Nunca culpes a los demás por tu situación, pretende recordarte que como persona valiosa que eres tienes que quererte y aceptarte tal y como eres, evitando vivir vidas que no tienen nada que ver contigo, dejando aparcadas posibles frustraciones derivadas de no alcanzar las metas que te propongas.

Nunca culpes a los demás por tu situación - consejos

Cada uno de nosotros tenemos una vida que vivir, por la que luchar y a través de la cual vamos aprendiendo. Un ejemplo característico tiene lugar de pequeños en la escuela: niños inmensamente felices y otros que no lo son tanto. Por ello, me gustaría compartir contigo unos sencillos consejos para que tomes conciencia de tu situación y aprendas a valorar lo poco o mucho que tengas. Ya que, como dice una célebre frase: no es la cantidad la que determina la felicidad sino el estilo de vida que se lleve acuerdo a aquellas cosas.

  • Organiza tu vida desde el principio de cada mañana, de manera que no andes corriendo de un lado para otro porque lo contrario te perjudica. De hecho, de entre las personas más felices destacan todas aquellas capaces de hacer un buen uso de sus horarios.
  • Destina una parte importante de tu tiempo hacia tu ser. No se trata de vivir para trabajar, sino de trabajar para vivir, disfrutando de lo poco o mucho que tengas a tu alrededor. Cuando no tenemos suficiente tiempo para nosotros mismos y la realización de aquellos menesteres que nos placen surgen todo tipo de problemáticas: tristeza, pena, infelicidad y otras muchas.
  • Sonríe más y se agradecido con los detalles que recibas. Quizá se trate de uno de los mejores consejos que pudieran ofrecerte: sonreír. Sí, aunque no tengas gana porque sientas que la culpa de tu situación actual dependa de otros (de tu jefe, pareja, familia, amigos, etc...), ten un gesto amable, una sonrisa radiante y muéstrate agradecido, porque la vida te lo agradecerá con creces.
  • Jamás dejes de creer en ti. Con mucha frecuencia nos abandonamos y dejamos de creer en nosotros mismos, nuestras posibilidades y acerca de si somos o no capaces de lograr nuestros objetivos. Si algo he aprendido y te lo digo por experiencia, es que el cielo es el límite y si extendemos las manos bien alto muy probablemente lleguemos a él.
  • Pelea por tus sueños y por aquello que quieras. Siempre desde el máximo respeto puesto que no se trata de pelear en sentido literal, pero no debes tener miedo de luchar por aquello que quieras.
Con nunca culpes a los demás por tu situación, he querido recordarte que incluso en los momentos más complicados que podamos vivir, merece la pena no abandonarse, quererse, respetarse y sobre todo por encima de cualquier otra circunstancia, perseguir la felicidad que tanto merecemos.

No importa lo que te haga feliz, los hay que les gusta escribir, otros cantar, bailar o dar un paseo en pareja. Situaciones como ves las hay para todos los gustos, si tu felicidad depende de un objetivo determinado, aprende que aunque no lo consigas si te esfuerzas en ello, tienes que saber reconocer tu esfuerzo y sonreír. Y así, con todo tipo de situaciones que puedas pensar porque vale la pena caminar por los senderos de la vida con felicidad y alegría.


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