La clave de la felicidad es no esperar nada de nadie

La clave de la felicidad es no esperar nada de nadie, pretende ayudar a todo aquel que en algún momento de su vida hubiese sufrido una decepción inesperada. Dicen que no debemos esperar nada de nadie, pero cuando no lo hacemos es ciertamente cuando nos damos cuenta de lo increíble de nuestra especie.

Tenemos que entender que la clave de la felicidad es no esperar nada de nadie


De niño solían decirme que andaba por la vida con los ojos como platos, que me encantaba observar mi alrededor y también, por qué no, maravillarme de la cantidad de cosas que apreciaba por medio de los sentidos. Ahora, de más adulto, sigo sorprendiéndome de multitud de reacciones y en general, comportamientos aunque no todos ellos sean precisamente positivos ni alegres.

¿Por qué la clave de la felicidad es no esperar nada de nadie?


Algunos defienden a capa y espada que debemos ser felices en soledad, en mi opinión es una de las mentiras más grandes que existen. Si aceptamos que el ser humano es una especie que necesita relacionarse con el resto de individuos que nos rodean, ¿cómo sería posible ser feliz en soledad?

Dejemos un poco al margen distintas interpretaciones de la felicidad.

La clave de la felicidad es no esperar nada de nadie, no, no y no.

Repito, no.

Pese a que se empeñen en negar lo evidente, hay personas que merece la pena conocer, corazones de los que necesitamos enamorarnos, experiencias que debemos vivir y también, aunque queramos evitarlo en numerosas ocasiones, vivencias que tenemos que experimentar porque gracias a ellas nos damos cuenta de multitud de actitudes.

Sí, yo también he sufrido decepciones, desilusiones y he conocido la tristeza.

Pero, ¿sabes qué?

Aquí sigo, maravillándome como cuando era niño de multitud de comportamientos, y con tu permiso, me gustaría compartir contigo unos pequeños secretos para que también puedas disfrutar de la vida que tanto anhelas:
  • Si te niegas a esperar algo de los demás, estarás también negando la posibilidad de experimentar situaciones que debes vivir. Por eso, vive, aunque puedas equivocarte o incluso llevarte una decepción, merece la pena afrontar el riesgo.
  • En caso de no esperar nada de nadie, no podrás comprender tampoco el verdadero significado de palabras como por ejemplo, amistad o respeto. No temas conocer decepciones, en lugar de ello, teme no vivir para conocerlas.

En conclusión, mantén los ojos abiertos como platos, como hago yo mismo desde niño, observa todo aquello que te rodea y aunque en algunas situaciones pudieras conocer el significado de términos como la decepción, desilusión o incluso tristeza como consecuencia de las actuaciones de terceras personas contigo, nunca pierdas la esperanza de enriquecerte por haber compartido un tiempo de tu vida con aquellas personas que merecemos conocer.

Ahora tú, ¿te atreves a afrontar el riesgo de esperar algo de los demás?