¿La felicidad se encuentra o se construye?

Frecuentemente, tendemos a mal interpretar una gran cantidad de signos que nos permiten ser felices, sin plantearnos si la felicidad se encuentra o se construye. El hecho de no apreciar ni tampoco valorar que la emoción identificada con la felicidad se construye diariamente. Y es que, si bien es cierto que no todas las circunstancias que pudiéramos vivir resultan agradables, aún teniendo presente que nuestros comportamientos determinarán en gran medida lo felices que seamos, debemos esforzarnos por construirla y sobre todo, preservarla a nuestro lado.


Generalmente, se viene a aceptar que por medio de actitudes relacionadas estrechamente con el ser positivos, sonreír más, permanecer alegres frente a las adversidades o incluso la propia toma de decisiones, se puede construir este camino que para muchos resulta tedioso o increíblemente difícil, mientras que para otros puede no serlo. Sin embargo, se obvia que en gran medida las pequeñas cosas son verdaderamente las más relevantes para este propósito. A continuación, quisiera mostrarte unos ejemplos de estas:
Respuestas a ¿la felicidad se encuentra o se construye?
  • El abrazo sincero de la persona que nos quiere, y está ahí, a nuestro lado, siempre.
  • Pasear por la calle al lado de esa mascota que tantas alegrías y también sorpresas nos proporciona a diario.
  • Unas palabras de aliento en un momento de necesidad por parte de alguna persona a la que le importemos realmente.
  • Compartir una conversación agradable al lado de nuestros padres u otras personas valiosas para nosotros como por ejemplo, los abuelos.
  • Recibir una llamada telefónica de cualesquiera de las personas que contribuyen a nuestra felicidad, y estén lejos de casa.
  • Alegrarnos de buenas noticias que llegan a las vidas de gente de nuestro entorno.
Tan solo son muestras de esas pequeñas cosas que verdaderamente resultan de importancia en nuestra búsqueda de la felicidad.

Ahora bien, ¿la felicidad se construye?

Según mi experiencia, cada ser humano cuenta con una escala de valores en la cual se vienen a reflejar un conjunto de propósitos que rigen su vida diaria. Así por ejemplo, mientras que para algunos podría resultar de vital importancia cuestiones como la familia, en otros casos, podría cobrar mayor repercusión un conjunto de sentimientos como el amor, o incluso su reflejo en las relaciones de pareja por su relación con el concepto de felicidad.

Si algo he aprendido, es que ninguno de nosotros podemos comprar esta poderosa emoción de la felicidad, porque no se encuentra en venta en ninguna parte, ni tampoco podríamos adquirirla gratuitamente porque conllevará un conjunto de decisiones que afrontar. Es, para que me entiendas, un pequeño árbol que debemos regar y que forma parte de nuestra vida.

En conclusión, no permitas que ese árbol al que me refiero a modo de metáfora en estas líneas se marchite, dañe o incluso desaparezca como consecuencia de las circunstancias. Por ello, régalo con muchísimo cariño, vive lo más alegre que puedas y sobre todo, no te olvides de ser súper feliz en todos los momentos, porque no solamente conseguirás ser un tanto más feliz sino que también la compartirás con aquellos que descubras en el camino.

Ahora tú, ¿piensas que la felicidad se encuentra o por el contrario se construye?